El Betis y el Zenit tienen un nexo en común en la Clínica de la Rodilla de Los Bermejales. La regenta Juan Candau, fisioterapeuta y readaptador de lesiones que estuvo trabajando en el club verdiblanco hace más de una década y que en las temporadas más recientes aplicó sus conocimientos en el equipo ruso.
Una historia que se presenta en el primer plano estos días cuando se medirán estos dos conjuntos. Viaja el Betis a Rusia y el conocimiento de Candau sirve para anticipar lo que se encontrará.
«Allí, está claro, hace muchísimo frío, pero en el estadio del Zenit no se va a notar. Se hizo para el Mundial, y es de los mejores del mundo, muy bien preparado para la temperatura. No pasará allí frío el Betis porque es un estadio cerrado y jugarán a 15 ó 20 grados. No va a ser un problema el clima para jugar», apunta Candau, que sí pone el acento en otra circunstancia relevante:
«Es verdad que con el parón hace dos meses que no se ha utilizado el césped. Pero ahora que se va a jugar en ese estadio la final de la Champions habrán puesto los cinco sentidos en la conservación. El tema es que lo van a pisar y sabes que siempre puede sorpresas pero estoy convencido de que el estado va a estar perfecto y eso es algo que beneficia al Betis».
Candau aterrizó primero en el CSKA de Moscú tras su etapa con el primer equipo bético gracias a Paulino Granero, que fue el preparador físico de Antonio Tapia. Candau había ido subiendo escalones en la cantera del Betis. Formado como preparador físico, primero, y especializado en fisioterapia y osteopatía, fue reclutado por Tomás Calero para integrar el trabajo verdiblanco.
Granero se lo llevó a Rusia para cuatro años en Moscú, regresó a Sevilla y volvió al Zenit para un par de temporadas a las órdenes de técnicos como Lucescu y Mancini. «La cantera del Betis me dio mucho en cuanto a aprendizaje y conocimientos, pero Rusia también porque tienes que asumir mucha responsabilidad desde el primer momento», añade.
En su trabajo con el CSKA y el Zenit, Candau intervino en muchas pre-temporadas invernales y de ahí su radiografía sobre las fortalezas y debilidades de ambos conjuntos. «Evidentemente el ritmo de competición es diferente. El Zenit tiene grandes preparadores físicos, porque son los que estaban en la etapa de Mancini, pero el ritmo de competición es el ritmo de competición. Su problema es que en enero es difícil buscar sparring de un nivel alto. El último partido oficial lo jugaron con el Chelsea en casa y han pasado casi dos meses y medio.
El Betis le va a meter ritmo al partido y eso es una ventaja que tienen que aprovechar. Pero por otra parte ellos llevan pensando en el Betis desde Navidades. El primer entrenamiento de enero era Betis, Betis, Betis. Cada táctica, cada charla está enfocada en el Betis y ahí se equilibra un poquito la balanza. Además, el Zenit juega la ida y a los siete días su siguiente partido es el Betis. Es decir, que solamente tienen Betis entre ceja y ceja. Y el Betis tiene que estar pendiente del Mallorca. Llevan preparando el partido a conciencia bastante más tiempo que el Betis, que ha tenido que pensar en el Levante, por ejemplo». Sobre los nombres propios a tener en cuenta, Candau conoce menos a los fichajes recientes pero habla de primera mano sobre los futbolistas con los que sí coincidió. «Conservan parte de los jugadores rusos más competitivos de la época en la que yo estaba. No deben fiarse de lo que hayan mostra-do en la pretemporada porque no tie-ne nada que ver cómo afrontan un amistoso a cómo compiten después. Que no se fíen de la pretemporada. Ala hora de competir cambian el chip. Tienen a Malcom, que es desequilibrante. Los rusos Erokhin, Kuzyaev y Ozdoev les dan bastante equilibrio en el centro del campo, luego tienen a un chico joven que se llama Mostovoi, al que conozco de Sochi, que tiene descaro y puede ser peligroso. Y arriba tienen a Dzyuba, que es el delantero histórico de Rusia. Tiene cierta edad pero yo prefiero no meterme en mi área con un delantero de esas características. Esperemos que el Betis juegue más tiempo en el campo de ellos que en el suyo», aseguraba.
Candau ahora no está en dinámica de trabajar para un equipo de fútbol pero sí lo hace como «colaborador con diferentes jugadores. Es parte de la idiosincrasia del fútbol. El Betis y el Sevilla tienen servicios médicos de nivel top. Yo monté esta clínica de rehabilitación y fisioterapia sólo para la rodilla, en patologías deportivas o no, para compaginarlo con los jugadores que llevaba.
Ahora hago lo que me gusta y lo puedo compaginar con los futbolistas que llevo. He pasado mucho frío y busco estabilidad. Ya espero quedarme aquí».
Fuente: ABC